¡No más talleres! Aprende a reemplazar tus balatas de freno en casa
1. Reúne las herramientas y materiales necesarios:
- Gato hidráulico
- Llave de cruz
- Juego de dados y llaves
- Destornillador plano
- Alicate de punta
- Grasa para frenos
- Balatas de freno nuevas
- Guantes de trabajo
- Cubeta para recoger líquido de frenos (opcional)
- Trapos limpios
2. Prepara el vehículo:
- Estaciona el auto en una superficie plana y firme.
- Afloja las tuercas de las ruedas antes de levantar el auto.
- Levanta el auto con el gato hidráulico y coloca soportes de seguridad debajo del chasis.
- Retira la llanta con la llave de cruz.
3. Retira las balatas viejas:
- Localiza la pinza de freno y retira los pernos que la sujetan al portapinzas.
- Separa la pinza de freno del portapinzas y cuélgala con un alambre para evitar dañar la manguera de freno.
- Retira las balatas viejas de sus alojamientos.
- Inspecciona el disco de freno en busca de desgaste o daños. Si es necesario, reemplázalo.
4. Instala las balatas nuevas:
- Limpia el portapinzas y los alojamientos de las balatas con un cepillo de alambre.
- Aplica una fina capa de grasa para frenos en la parte posterior de las balatas nuevas.
- Coloca las balatas nuevas en sus alojamientos, asegurándote de que estén bien asentadas.
- Vuelve a colocar la pinza de freno y aprieta los pernos de sujeción.
5. Revisa el nivel del líquido de frenos:
- Abre el depósito del líquido de frenos y verifica el nivel.
- Si es necesario, rellénalo con líquido de frenos nuevo del mismo tipo.
- Cierra el depósito del líquido de frenos.
6. Vuelve a colocar la llanta:
- Coloca la llanta y aprieta las tuercas con la llave de cruz.
- Baja el auto con el gato hidráulico y retira los soportes de seguridad.
- Aprieta las tuercas de las ruedas con la llave de cruz siguiendo un patrón cruzado.
7. Prueba los frenos:
- Arranca el motor y bombea el pedal de freno varias veces para ajustar las balatas nuevas.
- Realiza una prueba de manejo a baja velocidad para verificar que los frenos funcionen correctamente.
¡Listo! Has cambiado las balatas de freno de tu auto con éxito. Recuerda que es importante revisar el estado de tus frenos regularmente y reemplazar las balatas cuando sea necesario para garantizar tu seguridad y la de los demás.